En casa ya empezamos a perder nuestros dientiños de leche y como no podía ser de otra forma, se los damos a Pérez, ese ratonciño que se lleva nuestros dientes a cambio de una moneda. Y para honrarlo como se merece, tenemos un cojincito para tal efecto del que cuelga una bolsita de tul para que deje sus presentes, lo cierto es que yo quería una mucho más pequeña, pero no la encontré en el bazar chino.
El bordado hay que agradecérselo a San Google, patrón de las búsquedas modernas hehehe, que me dió primero el ratoncito y luego el diente, el corazón y las letras ya son añadido propio.
Por detrás, en un corazón de fieltro le dejamos el diente y notas pequeñísimas expresándole nuestro cariño y contándole cotidianidades, notas que llenan de ternura y babas, para qué engañarnos, a la mamá.
Y aprovecho y vuelvo a recomendaros la película Perez, el ratoncito de tus sueños. A nosotros nos gusta mucho y además podemos verla en gallego (también está disponible en catalán, euskara, castellano e inglés).